Son muchos los meses que he dejado este blog por motivos ajenos a mi voluntad. Pero volver a retomarlo por una cuestión de obras públicas es, como mínimo, bochornoso.
A mediados de este verano -algo muy normal en esta España nuestra- empezaron a cavar una zanja con el propósito de instalar un cableado que llegara desde la casetilla de los transformadores hasta la parte baja de la barriada.
Terminaron los trabajos y empezó la odisea para que las obras finalizaran y dejaran la calle en las mismas codiciones en que se encontraba. Pero no.
Al parecer, la empresa encargada de este trabajo, según tengo entendido, tuvo sus más y sus menos con el ayuntamiento de Dos Hermanas. Unos, que si no cumple con su parte contratada y el otro, que mientras no vea dinero la obra queda como está. A medio terminar.
Así de esta guisa quedó la entrada a una de las viviendas y justo a la entrada del vehículo. Un socabón de unas dimensiones que, cualquier peatón pudiera accidentarse.
Algunos vecinos han tenido que idearse la manera de poder conducir su vehículo a su garage.
Y para colmo, no sólo dejan las cosas sin terminar sino que además, dejan con el paso de los camiones más destrozos.
El ayuntamiento de Dos Hermanas creo que está demostrando con este proceder de cabezonería, su más absoluto abandono por una barriada que paga sus impuestos religiosamente y sus habitantes están censados en el ayuntamiento con el consiguiente beneficio económico que aportan. Y creo que es esto último lo único que interesa a la casa consistorial.
En otro post y otro día con más tiempo para fotografiar, dejaré ver a todo el que vea este blog, las señales que regulan el tráfico de esta barriada.. Otro alarde de buen hacer.
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